Han pasado 7 días, 1 mes y 3 años desde la última vez que publiqué. La “cuarentena” de México desde Aquí se extendió bastante más que la pandemia. Estoy de vuelta, pero no sin antes explicarte qué pasó en estos 7 días, 1 mes y 3 años de silencio.
Soy sincero conmigo mismo. En esta era de millones de fuentes de información en redes sociales y el internet, no creo que mi ausencia haya sido notoria. Sin embargo, estoy seguro que la poca gente cercana que me leía con interés notó mi silencio durante este tiempo. A ellas y ellos las/os saludo de nuevo con gran cariño y gusto. Ustedes saben quiénes son.
Cuando empecé este blog en agosto de 2008, mi inspiración vino de Dani Kaufmann, mi primer jefe en el Banco Mundial. En ese entonces trabajaba con él temas de gobernanza y anticorrupción. Los blogs empezaban a tomar auje en el mundo y Dani era responable del entonces blog “Governance Matters”.
Escribir y trabajar en temas anticorrupción en el Instituto del Banco Mundial (el entonces think tank de ese organismo) era un sueño hecho realidad al graduarme de Georgetown. El combate a la corrupción es un tema que siempre me ha atraído y gustado. Además admiré a Dani por nunca haberse callado sobre un asunto “tabú” y delicado en la relación de bancos multilaterales de desarrollo y los gobiernos que apoyan financieramente. Kaufmann incluso cuestionaba por qué el Banco prestaba dinero a gobiernos ampliamente corruptos -algo que no le generó muchos amigos.
Con ese ejemplo, me lancé a crear México desde Aquí. En su nombre reflejaba que el blog sería algo que haría dónde quiera que estuviese, incluso si regresaba a México. Mientras estaba en el extranjero sería mi forma de seguir conectado con mi país.
Sin embargo, doce años y medio después de iniciarlo, hice lo que Dani nunca hizo mientras estaba a cargo del trabajo anticorrupción del Banco: me quedé callado. Nadie me lo pidió. Simplemente fue una autocensura.
A algunos amigos les platiqué que en mi trabajo estaba por empezar un proyecto con México y no quería que mi blog personal “interfiriera” o causara “ruido” dentro de mi chamba o en la relación con mi futuro cliente en el gobierno mexicano.
En paralelo la historia que me conté fue que tampoco quería seguir escribiendo quejas al gobierno del señor López, pues ya había suficiente hate speach y división en el país.
Sin embargo, 7 días, 1 mes y 3 años después reconozco el doble error que cometí. Por un lado, aunque posteaba mucho sobre gobierno, en mi blog compartía muchas otras cosas tan valiosas y positivas de México, más allá de lo que pasaba en la política y el gobierno en turno. Afortunadamente, México es mucho más grande que sus gobernantes y reconozco que había muchas cosas más sobre las cuales seguir escribiendo.
Pero el mayor error fue haberme autocensurado sin razón otra que el miedo a lo que pudiera pasar en mi trabajo. Muchas veces, por la seguridad laboral, dejamos ser quienes realmente somos o dejamos de decir lo que realmente pensamos.
Aunque estuve en silencio este tiempo, la pandemia me fue cambiando poco a poco. Mejoré mi salud y condición física. Empecé a meditar para buscar esa calma interna que nadie puede perturbar. Y claro, seguí escribiendo, aunque de otros temas.
Este proceso de cambio es algo continuo, de toda la vida, donde la meta no importa sino cómo llegamos a ella. Para el 2024 decidí que era momento de dos cosas. Primer de “let go” o dejar ir mis miedos y las cosas que no me hacen falta. La otra meta ha sido sanar aquello con lo que muchas veces cargamos, a veces sin darnos cuenta.
Justo, eso es lo que desde aquí veo que le ha hecho falta también a nuestro país: sanar. A pesar de lo grandioso que es México, no podemos ignorar que entre las/os mexicanas/os hay división, polarización y por ende desconfianza creciente.
Aunque trataré de escribir algo sobre las elecciones, ahí no está la solución, gane quien sea que gane. De lo que sí espero escribir un poco más es sobre la verdadera transformación de nuestro país. No la que se anuncia con discursos, sino la que surgirá el día que más gente decida cambiarse primero a sí misma, antes de querer que el resto cambie.
No me despido sin antes decir que es un gusto estar de regreso en este espacio que hace años creé para hablar sobre México desde dónde fuera que estuviese.
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Como nota final les comento que hace muchos años por descuidos no renové mi dominio orginal que terminaba en .com Alguien se lo apañó y uso el dominio para mostrar parte de mi contenido sin autorización. Ahora veo que ese dominio está a la venta. Desde hace años migré a la dirección actual que termina en .blog y que es mi sitio oficial.

Que gusto que estés de vuelta!
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Gracias!
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about freacking time mate…como siempre, déjate ser, no te quedes con las cosas y hazlo de la forma en como tú eres, abierta, sencilla y sin pasar por encima de nadie, haciendo las cosas bien
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se siente bien haber regresado y volver a decir lo que pienso… gracias como siempre por todo tu apoyo!
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