Para muchos de nosotros los mexicanos que vivimos, por alguna circunstancia u otra, en el exterior, es claro que nuestro país está pasando por una especie de “Maximato”, como la que se vivió en los años inmediatos después del periodo presidencial del General Plutarco Elías Calles a finales de los 20s e inicios de los 30s.
Antes de continuar, quiero dejar claro que este comentario no tiene que ver en lo absoluto con mi preferencia política, porque si tuviera que contestar a esa pregunta, respondería que no tengo una. No, este comentario tiene que ver únicamente con mi percepción, desde el exterior, de las políticas y acciones del actual gobierno (o la falta de ellas), y los efectos y consecuencias que tienen para nuestro país.
Si bien es cierto que es un logro histórico que México tenga a su primera Presidenta en Claudia Sheinbaum Pardo (CSP), es una pena que sea evidente que quien sigue gobernando es AMLO. CSP ha seguido la misma línea que su mecenas, al continuar con el ritual diario de minimizar los problemas de nuestro país con mentiras burdas mientras sigue dividiendo a los mexicanos en “la mañanera”. De nada ha servido hasta ahora, el teatro que CSP hizo al inicio de su mandato, al pedir licencia como militante de su partido político con el argumento de que, como presidenta, su trabajo sería “gobernar para todas y todos los mexicanos”.
Desde esa tribuna, hasta ahora CSP no solo ha justificado las acciones u omisiones de AMLO, sino, sobre todo, se ha dedicado a engrandecerlo y elevarlo prácticamente al grado de mesías y salvador de nuestro país, cuando la realidad es que México no solo no ha mejorado en materia de seguridad, salud, economía, corrupción, educación, procuración de justicia y medio ambiente, sino que ha empeorado en todas y cada una de ellas.
También, desde la plataforma que le proporciona “la mañanera”, CSP ha continuado divulgando ideas absurdas de AMLO, que se han convertido en posiciones que, de alguna manera u otra, afectan innecesariamente las relaciones exteriores de nuestro país, como el que España tiene que pedirle perdón a México por la Conquista. Esta idea, además de absurda, como ya lo referí, es estéril e históricamente errónea, ya que entre 1519 y 1521, no existía México, sino el Imperio Mexica, ni España, sino diversos reinos, de los cuales Castilla y Aragón eran los más importantes. Esto sin mencionar que la Conquista no hubiera sido posible sin la participación crucial de diversos pueblos enemigos de los Aztecas, como lo fueron, entre otros, los Tlaxcaltecas y los Tarascos.
CSP, también se ha dedicado a continuar empujando y promoviendo los proyectos de AMLO, por más ridículos y dañinos que estos sean para nuestra sociedad y sus futuras generaciones. Además del monumental e irreversible daño ambiental que ha provocado y continuará provocando la construcción del Tren Maya, otro ejemplo claro, es la reforma judicial, que más que transparentar y eficientar la administración de la justicia, la va a obstruir, opacar y ensuciar aún más.
En lo personal, me cuesta mucho trabajo entender en qué cabeza cabe que, en un país dónde ha sido evidente que las organizaciones criminales han influenciado directamente los procesos electorales municipales, estatales y presuntamente hasta federales (no perdamos de vista que ha habido alegatos de financiamiento a AMLO por parte de cárteles desde el 2006), no vayan a influenciar la elección de jueces y magistrados. Y eso sin mencionar a los empresarios más ricos de nuestro país, que, durante el sexenio de AMLO, cuando menos el 80 por ciento de ellos se hicieron más ricos, mientras los pobres únicamente se hicieron más pobres.
Pero, aun cuando CSP ha demostrado hasta ahora continuar prácticamente a las órdenes de AMLO, hay que recordar este es el arquitecto de MORENA y la gran mayoría de sus militantes le son ciegamente fieles, incluyendo diputados, senadores, presidentes municipales, gobernadores, secretarios de estado y el Fiscal General de la República.Un ejemplo de esto es el que Rosario Piedra Ibarra, aspirante favorecida por legisladores fieles a AMLO, haya sido recientemente designada de nuevo por el Senado como Titular de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, y no así Nashieli Ramírez Hernández, candidata apoyada por legisladores afines a la CSP.
Es claro, desde acá, que AMLO es quien cuenta con el capital político y quien toma las decisiones en nuestro país, tanto en el Congreso y en el Gobierno Federal, como en la dirección de MORENA, que él creó y que se ha convertido en el nuevo partido oficial. Como hace casi cien años, cuando el General Plutarco Elías Calles manejó los hilos del gobierno de México durante los breves mandatos de los presidentes Emilio Portes Gil, Pascual Ortiz Rubio y Abelardo L. Rodríguez, ahora, es AMLO quien de facto gobierna desde Palenque, aunque sea la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo quien vive en Palacio Nacional.
Vicente Díaz de León Sánchez

Vicente, muchas felicidades por tu primer post en el blog. A tu reflexión agrego la pregunta si esta sera la dinámica por los siguientes seis años, o si en algun momento habra un deslinde en busca de un gobierno con sello propio. En el corto plazo, lo veo poco factible.
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