Dime a quién vacunas primero y te diré qué tipo de país eres

Muy al principio de la pandemia, mi percepción era que la crisis de salud mundial duraría pocos meses y que el regreso a la “normalidad” estaría a la vuelta de la esquina. Claramente eso no pasó. Lo que empezó a pasar fue el tiempo y mi percepción cambió a que la crisis del COVID-19 era un tema de largo plazo y que le empezaríamos a ver la luz a final del túnel hasta que hubiera una vacuna. Las vacunas llegaron. A cuenta gotas, pero ya se están aplicando. Sin embargo, el modo en que se apliquen a la población nos dirá mucho de qué madera están hechos los países. No me refiero a la eficiencia para aplicarlas con celeridad, que por sí no es un tema nada trivial. Me refiero a las prioridades y razones sobre quiénes las recibirán primero. Al momento, algunos países como México empiezan a enseñar el cobre.

Los que me conocen o han leído algo de mi blog, saben que el tema de la corrupción me interesa mucho. Durante el verano pasado leí un libro que me parece uno de los mejores sobre el tema, por sus planteamientos, análisis y propuestas basados en evidencia.

En pocas palabras el libro plantea que hay dos tipos de países. En un extremo están aquellos donde el gobierno es imparcial y donde las leyes y políticas tratan por igual a los ciudadanos, independientemente del grupo al que pertenezcan. En estos países el Estado es autónomo de los intereses privados, y se pudiera decidir que las cosas funcionan como deben ser.

En el otro extremo estan los países donde el favoritismo, las conexiones y el grupo al que pertenecen los ciudadanos son los criterios principales para determinar la repartición de y acceso a recursos públicos. Lo grupos de poder capturan al Estado y deciden sobre la aplicación de leyes y políticas, generalmente a su favor. En estos países las cosas no funcionan como deben ser.

Estas diferencias se harán notorias mientras los países empiezan sus campañas de vacunación. Donde la imparcialidad e igualdad son la norma, se empezará a vacunar a aquellas personas que más lo necesitan por su situación de riesgo.

En los países donde el “conecte” y el influyentismo ponderan se darán bastantes excepciones a lo que dicta la lógica.

Aunque en México apenas arranca la campaña de vacunación, ya empiezan a haber indicios de abusos de influencia. Mientras más avance el proceso, es probable que haya más casos de estos. Además hay situaciones incomprensibles como la incertidumbre que enfrenta el personal médico del sector privado sobre si tendrá prioridad o no en ser vacunados. Peor aún, al estar en año electoral, seguro escucharemos historias de clientelismo donde se dará acceso a vacunas para promover el voto.

La crisis del COVID-19, incluida la fase de vacunación, serán una prueba de fuego para demostrar si las cosas han cambiado o si el país sigue siendo parte del grupo donde los contactos, las influencias, el favoritismo y el clientelismo son la norma y no la excepción.

Se dice que las cosas no son como antes. Para mí siguen siendo igual. La única diferencia es que los beneficiados del sistema han cambiado. Simplemente miremos a quienes se vacuna primero, para darnos cuenta qué tipo de país tenemos.

Un comentario

  1. es una nueva oportunidad para demostrar que las cosas han cambiado (no los jugadores)…aunque va a ser una muestra más de que las cosas son en el mejor caso iguales, en el más realista…peores

    los beneficiarios han cambiado, pero no tanto como a la gente le gustaría creer…y tampoco eso genera una gran ventaja como país

    en fin…mientras la ley no aplique igual para todos, no hay cambio alguno…sin sorpresas en ese sentido

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  2. Mil gracias por tu comentario, Hector. Definitivo, mientras la ley no se aplique igual para todos y los recursos y programas publicos dehen de responder a intereses particulares, es dificil que haya un cambio. El camino no es sencillo, lleva tiempo. Lo preocupante es que no haya alternativas reales de gobierno que busquen un cambio profundo, un verdadero parteaguas. Mas bien los que tiene opcion de acceder al poder buscan unicamente el cambio de estafeta para servirse a si mismos como los que estaban antes. Todos han prometido un cambio, pero al llegar al poder, el cambio no llega. El problema de hoy es que con la crisis del COVID-19 esta dinamica esta costando vidas.

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